Aftas bucales: cómo prevenirlas y su tratamiento
Las aftas bucales, más conocidas popularmente como llagas, son unas molestas heridas que aparecen en la boca aparentemente sin motivo alguno. Muchos de nosotros hemos padecido alguna vez de nuestra vida estas úlceras bucales y resulta curioso cómo una herida tan pequeña puede llegar a generar tanta incomodidad.
Se definen como lesiones pequeñas únicas, aunque pueden aparecer también de forma múltiple. Suelen ser de color blanco o amarillento debido a la infección vírica, bacteriana o fúngica.
Causas de la aparición de aftas bucales
Las razones por las que aparecen estas molestas lesiones en la boca son variadas. En algunos casos, se relaciona con periodos de estrés y ansiedad en los que nuestro organismo no está preparado para afrontar agresiones y este hecho se manifiesta con lesiones como estas.
En otras ocasiones, se debe igualmente a un deterioro del organismo, pero por una dieta descompensada o por la falta de nutrientes y vitaminas que hacen que el sistema inmune esté correcto. También pueden aparecer por la alergia a un alimento determinado en la que se produce una reacción de la mucosa.
Los mordiscos accidentales o continuados sobre la mucosa bucal pueden ser otra causa, la cual podemos relacionar más fácilmente como pacientes. También, al colocar una nueva prótesis o variar ligeramente la anterior, es posible que aparezcan aftas, pero que desaparecerán una vez que la cavidad oral se adapte.
Cómo prevenir las aftas bucales
Aunque aparecen cuando menos las esperas, una buena forma de evitarlas es seguir una buena higiene bucodental. Esto quiere decir que, como mínimo, han de realizarse dos cepillados diarios de tres minutos cada uno. A ser posible, este cepillado se debe complementar con el uso de seda dental y con enjuagues si fuese indicado por el odontólogo. En nuestro blog puedes leer más sobre una correcta limpieza dental.
También se podrían evitar si no se llega a las situaciones anteriormente comentadas: ansiedad, mala dieta, pobre ingesta de nutrientes y proteínas… Igualmente se recomienda no tomar alimentos muy picantes o ácidos, ya que pueden facilitar su aparición. Las comidas muy calientes son más molestas en este tipo de lesiones, por lo que deben evitarse.
Aftas bucales: ¿cuál es su tratamiento?
Una vez que hayan aparecido, habrá que actuar contra ellas para que su efecto se note lo mínimo posible y no cause molestias. El odontólogo o estomatólogo podrá diagnosticarlas únicamente con su visualización, ya que tienen un aspecto característico. Sin embargo, todos los tratamientos que existen para ellas, más que actuar contra ellas, lo que consiguen es reducir sus síntomas.
Los tratamientos para úlceras bucales son farmacológicos. Se trata de productos anestésicos, tales como la lidocaína, que se aplican normalmente en forma de gel sobre la llaga. El ácido hialurónico ha sido también empleado recientemente para esta finalidad y consigue mejores resultados que la anestesia. El ácido hialurónico favorece la cicatrización, a la vez que forma una barrera que consigue que ni los alimentos ni las bebidas generen dolor.
Como remedio casero, tradicionalmente se ha usado agua con sal o con bicarbonato para acabar con estas llagas bucales. Esta sería una solución adecuada, ya que ayuda a variar el pH bucal y acabar con ellas. También se utiliza cualquier tipo de colutorios, aunque hay que tener en cuenta a la hora de comprarlos que no pueden tener alcohol, ya que empeoraría el estado de la úlcera bucal.
Si este tipo de lesiones aparecen con relativa frecuencia y con un tamaño considerable, es recomendable acudir a un especialista de la salud bucal para acabar con ello. Sin causar mayor alarma, puede tratarse de la manifestación de otro tipo de enfermedad y es conveniente que sea detectado lo antes posible.
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